Correa, la joven que nació para patear el balón.
No sé con exactitud cómo describir el sonido de un balón en el arco; sin embargo, estoy bastante seguro de lo que a ella le gusta escuchar: una tribuna gritando a todo pulmón “¡GOOOOOL!” Sí, indudablemente eso es lo que a esta futbolista le fascina generar cada vez que enreda a su contrincante y marca un punto más a favor.
El número 7 para los árbitros, Correa para sus compañeras
y Daniela para su madre, quien desde lo lejos visiona a su hija como la mejor y
la predilecta para sellar la victoria. Ella, junto a su hijo menor y el resto
de su familia, apoyan de corazón a esta deportista. Un vínculo tan fuerte que
logran contagiarlo al resto de la hinchada.
Mamá, hermano, hermana y padrastro son los encargados de
darle la motivación a Daniela cada mañana. Se levanta de su cama con la
voluntad de ser la mejor, entrena lunes, martes y miércoles con el equipo de su
municipio y, el resto de días prepara su propia rutina, con el fin de
fortalecer piernas, abdomen y brazos. Se cuida en no tomar licor ni trasnochar,
teniendo claro que son aspectos altamente negativos para cualquier deportista;
sin embargo, dicho por la misma Daniela, no se considera la más “Fit”, porque
aunque come diversas frutas y toma mucha agua, se da el lujo de cumplir con los
antojitos que se le presenten, por ejemplo el chocolate blanco y el mecato de
limón, que tanto dice amar.
Su vida gira en torno al fútbol, pero logra sacar algunos
espacios para ella. Le gusta leer, compartir con sus amigas, familia y salir a
caminar. Ve esto como la forma perfecta de reflexionar y encontrarse consigo
misma para soltar preocupaciones.
Oriunda de El Carmen de Viboral, goleadora y delantera
que sin duda alguna es la intranquilidad de muchas rivales. Tiene 19 años de
edad, de los cuales jugó baloncesto 5 y fútbol 4; no obstante, pese a no ser
mucho el tiempo en este deporte, ha logrado innumerables experiencias y
triunfos, que junto a su equipo han marcado historia. En el 2014 fue campeona
con la selección carmelitana en el torneo Copa Claro a nivel Oriente, año en el
que fue convocada por el equipo Formas Intimas de Medellín, con el que entrenó
5 meses. Posterior al primer triunfo, las integrantes de la selección femenina
de El Carmen se enfocaron y entrenaron fuertemente, logrando en el año 2016 ser
campeonas departamentales a nivel Oriente y sub campeonas a nivel
departamental.
Daniela cuenta que este último le abrió muchas puertas,
siendo el trampolín que le permitió viajar en enero del 2017 a Cali,
participando en la pretemporada que realizó el equipo profesional América de
Cali. En el último filtro, por diferentes circunstancias, como la poca
experiencia (comparándose con otras jugadoras de alto recorrido) la carmelitana
no obtuvo el puesto en la selección. Pero el camino no terminaba ahí, ya que en
el mismo año fue llamada por Leones, otro equipo que le dio visiones de Liga
profesional. Entrenó arduamente con estas nuevas compañeras de cancha, jugando
con ellas la Liga antioqueña y dándose a conocer aún más.
Un día, después de uno de sus partidos, apareció –como lo
llama Correa- un empresario de Medellín, quien le dio la oportunidad de viajar
a México. Claro, fue una consulta familiar que los llenaba de incertidumbre.
Salir del país era un horizonte que por ninguno había sido imaginado. Sin
embargo, formalizaron todo en diciembre y viajó el 14 de enero del presente
año.
Tocó por primera vez canchas extranjeras, entrenando dos
meses y medio con el Deportivo Querétaro, en la ciudad de Querétaro. Para
colmos, en marzo salió un comunicado de la federación que dejó a la ‘Wera’
–apodo impuesto por las futbolistas mexicanas- sin la posibilidad de jugar tan
anhelada liga. El comunicado indicaba que dejarían por fuera de la MX a la
jugadora extranjera.
Esta colombiana regresó a su país, pero no triste, por el
contrario, llena de esperanzas y muchas más ganas de seguir con el proceso y
formación profesional. Sus compañeras de equipo nativo le recibieron con los
brazos abiertos, como siempre lo han hecho. Al presente se encuentran
entrenando y participando en torneos que les siguen exigiendo nivel y
disciplina, con miras a seguir siendo uno de los mejores equipos en fútbol
femenino.
Con orgullo expresa que pretende seguir adiestrando el
balón, progresando con este legado que dejó su padre antes de partir. Les
abandonó para siempre, pero no porque él lo quiso. Partió y desde el cielo le
acompaña como ese ángel que le ilumina el camino a donde sea que su pequeña
quiera ir. Tiene su propio guardián, que aunque no lo vea, lo siente. Él está
ahí, en cada patada, en cada lágrima y gota de sudor derramada en el terreno de
juego. Se aflige al recordarlo, pues era su mejor amigo, su alma gemela, mejor
dicho todo, así me lo contó la Wera.
Una guerrera que frente al fútbol sueña en grande y, como
muchas, también tiene otras visiones: aspira ser fisioterapeuta. Tiene presente
que es una carrera de alto costo, pero le permea la esperanza que el mismo
deporte la impulse y sea ese puente que le permita estudiar lo que tanto desea.

Ese es un ejemplo de pasión, ganas y mucha decisión. Normalmente la gente abandona sus sueños cuando las cosas no se dan, sin embargo, ella sigue dándole con toda para que pueda ser fichada por algún equipo. Que temple, que entereza de la chica. Todos deberían aprender ese tipo de cosas.
ResponderBorrarLas cosas NUNCA se dan a la primera, hay que trabajar para lograr cumplir sus sueños.
Ojalá ella pueda lograr cumplir sus metas.
No conocía la historia de Daniela, es fascinante, ¿cómo puedo seguirla en instagram?
ResponderBorrarUna gran historia de vida. La vida del deportista es muy sacrificada e interesante. Me parece impresionante esa férrea disciplina para una sola competencia y que esta defina un ganador. La resilencia del deportista para volver a entrenar y ganar otra competencia es lo que hace de su ser, un alma guerrera. Bien artículo. Saludos!
ResponderBorrarDefinitivamente que gran escritor eres, amo la pasión y dedicación que le pones a cada texto ¡me encantó! Espero leer mucho más de ti 💕
ResponderBorrarA eso le llamo escribir con pasión ❤️
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