Para cuando seamos posibles...

Ahora es cuando entiendo mil cosas contigo, pero solo dijiste hola y por ahora -para mí- está bien. 

Me gusta creer y hacerme la vaga ilusión que cuando pienso en ti, te das cuenta. Que cuando caminas por la calle de la nada sonríes, pero no sabes específicamente por qué. 

(...) Imagínate que luego te invito a un café, te hablo sobre una historia de amor y, sin que lo sepas, es la nuestra. Vas a sonreír y yo seré feliz con ello. 

¿Lo ves? Ni siquiera me alcanzo a imaginar cómo serían nuestras vidas si de repente tú y yo fuésemos posibles. Maldito mi vicio de entre todos los imposibles, escoger siempre los amores.






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